El PDeCAT busca la tercera vía (que nunca abandonó)

Ayer se supo que Rajoy y Puigdemont se reunieron el 11 de enero de 2017. Según ha comentado Josep Cuní en su programa, no se llegó a ninguna conclusión sobre lo que se debatió en dicho encuentro (un referendum pactado).

Hace unos días, Artur Mas volvió a escena para decir que existe una tercera vía. Sí, lo dejó caer el adalid del movimiento independentista catalán desde 2012.

Está claro que la ex-Convergència siempre vuelve a la negociación y al acuerdo con España por mucho que trate de irse por otros derroteros: la oveja siempre vuelve al redil.

Comenté hace tiempo que con Convergència nunca se llegaría a la independencia y la gente no me creyó. En 2017 termina el plazo para «hacer algo» al respecto según «el full de ruta català», y después de que Puigdemont «hiciera un Mas» (en palabras de Pilar Rahola) el 11 de enero, la alternativa está clara para Convergència. Ya han creado la exasperación en gran parte de la población catalana que odia cualquier frase donde esté contenida la palabra España. Y tienen a ERC cameladita, prácticamente comiendo de su mano. Hace pocos días salía la portavoz del PDeCAT diciendo que si hay elecciones, éllos estaban preparados. Todo esto no ocurre porque sí.

Este año 2017 habrán elecciones en Cataluña. Es casi imposible que se repita lo de «Junts pel sí», y probablemente ganará ERC. Y el marrón de la independencia quedará para éstos, ya que el PDeCAT se desvinculará de ello, abogando por esa tercera vía que hace unos días reabrió Mas. Sí, Mas, el mismo que dijo que esa tercera vía no existía y que en 2012 inició su rumbo a «Ítaca». Pues parece que el rumbo de ese barco acaba de cambiar radicalmente. Por otro lado, Junqueras lo tiene muy difícil, ya que no es un líder natural como Mas para arrastrar masas, por lo que creo que el gobierno de ERC no durará mucho, y al final los ex-convergentes, con el partido renovado y nuevo nombre -pero con, prácticamente las mismas caras-, se las ingeniarán para volver a ganar las elecciones en algún momento bien cercano.

Con todos estos elementos metidos en el cóctel, lo que atisbo a ver otra vez es la gran inteligencia del PDeCAT, que consigue que vaya pasando el tiempo para que no le ocurra nada a Pujol y los convergentes metidos en procesos judiciales (España solo ataca con el tema Pujol cuando le interesa), y mientras va manteniendo el poder (o se mantiene influenciándolo de forma muy cercana).

ERC tendrá pronto una oportunidad, la última quizás para hacer un referéndum, pero sinceramente creo que no sabrá jugar sus cartas, pues siempre se las han jugado los ex-convergentes por su falta de liderazgo.

Y mientras tanto, Mas aprovecha el tiempo para empezar la campaña electoral: ayer noche en una conferencia en el País Vasco con Ibarretxe. Lo primero es empezar a dejarse ver más frecuentemente e ir preparando el imaginario público catalán para hacerles saber que existe. Faltará ver cómo se vende ahora.

Y la última incógnita que queda por despejar es: ¿para cuándo Mas se rapará el pelo al cero al estilo Ibarretxe?

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